El tiempo pasa, bueno más bien vuela, y de repente te ves delante del teclado sin poder contar lo que quieres o sencillamente haciéndolo de otra manera. Tu bitácora personal que hace casi 5 años nació con brío, energía y descaradamente atrevido se vuelve un lugar más calmado y sosegado. Eso a veces te entristece y otras te hace pensar en la evolución.