Hace un mes y medio largo acudí a un evento muy chulo organizado por Uriage, marca de cosméticos y cuidados dermatológicos que no conocía. Confieso que fui como los devotos van a ver a la virgen, porque los que me seguís por Instagram sabéis que desde noviembre arrastraba una dermatitis de caballo y estaba esperando la añorada y altamente esperada cita del dermatólogo en la seguridad social (si te vas a morir de algo, te pillan casi cavando tu tumba). En mi caso tres meses más tarde me soltó que era una tipo de rosacea, me dio antibiótico y tan pancho oyes.