Lo mejor eres tú, siempre

Hace casi 8 años que fui madre por primera vez y hace 5 que tengo en un blog.  Durante ese periodo he visto peleas en el mundo maternal que te ponen los pelos de puntas, enfrentamientos y lecciones de vida sobre la crianza.

Puede parecer una comedia surrealista pero ha llegado a ser casi un circo Romano. Por supuesto como buena novata caí más de una vez en el agujero de la discusión sin fondo y otros tantos en la del agujero de soy una mala madre.

Por suerte llegó el día en que en cierta manera me resbalo el tema un poco bastante, primero porque los años me demostraron que el camino era largo y la lucha constante, y segundo porque me rodee de gente terapéutica.

Una de ella respondía al nombre de Jaione, Jaio para los amigos, su especialidad era escucharte, apoyarte y de una manera respetuosa darte opciones diferentes en el camino. Pero sobre todo siempre intentó inculcarme que no podría haber mejor madre para mis hijos que yo y que a pesar de mis autofustigamiento lo estaba haciendo bien. Son muchos wassap, skypes y llamadas las que hacen que al sonar un timbre y coger un libro con una dedicatoria te salten las lágrimas. La ilusión de ver que  alguien a quien aprecias ha sacado un libro mantra. El libro de Jaione Yabar es el L’Oreal de las madres, es el “porque yo lo valgo pero en versión maternal”, porque su lema y su frase es “Lo mejor eres tú” y yo añadiría siempre.

No vengo a vender su libro porque se vende solo, porque ella fue capaz de viralizar un texto y porque tiene una comunidad fiel que va a llevar su libro al top ten de ventas. Pero hace unos días que recibí un mail que me partió el corazón y me hizo ver que hay cosas que no cambian. Con permiso de mi seguidora y a colación de un post que escribí hace unos días ellas me puso este mail:

Acabo de leer tu nuevo post y te agradezco estas palabras, desde que me quedé embarazada de Luca todo ha sido todo lo contrario de lo que había imaginado.

Todo se torció cuando el pasado diciembre embarazada de 3 meses tuve un accidente de coche bastante importante (un individuo chocó frontalmente con nuestro coche) me fracturé y chafé una vértebra, me rompí tres costillas, la mandíbula, tengo una lesión en un hombro (que se plantean operar), bueno y un montón de golpes y magulladuras. Todo empezó allí, en ningún momento los médicos me han dejado plantearme un embarazo natural, ¿cómo? ¿No vas a tener tu hijo natural? ¿Sabes que la epidural no es buena? Que si te hacen una cesárea es como si no hubieses parido… Después de todo los meses de medico en medico, de no tomar ninguna medicación para que mi peque no sufriera y aguantando el dolor con alegría porque te dicen que notan tu estado de ánimo, llega el parto, epidural, muchos puntos… pero mi hijo en mis brazos.

Ahora toca que te cuestionen como madre: le vas a dar pecho ¿no? No señores noooo , no le he dado pecho porque soy muy egoísta, o así me han hecho sentir. Necesitaba tomar calmantes, intentar dormir una noche entera que hacia muchísimos meses que no podía por los dolores, porque no puedo sostener a mi hijo mucho rato en brazos, porque se me agrietaron los pezones al intentarlo y no quería tener más dolores, porque necesitaba hacerme alguna prueba que embarazada o dando pecho no podía, porque necesitaban hacerme infiltraciones…

Gracias por hacerme sentir mala madre en mil ocasiones, por decirme que mi hijo no tendrá las mismas defensas que los que han tomado pecho, que nuestro vinculo no tendrá nada que ver con los niños de pecho…Yo quiero a mi hijo más que nada en este mundo y he sufrido dolores para no afectarle con la medicación. No señores no he dado pecho pero basta ya de decir que las madres más entregadas son las que dan pecho y que sus hijos estarán más sanos, el vinculo que tenemos Luca y yo puede ser más fuerte y duradero que muchos otros, desde el minuto uno se agarró a mí y no quiso soltarse para nada.

Ojala antes de cuestionar se aprendiera a preguntar.

En aquel momento sentí rabia e impotencia de ver que seguimos siendo el mismo tipo de madres poco empáticas y muy aleccionadoras, que seguimos pensado que la clave está en la alimentación, el sueño o nuestra corriente educativa de juego. ¡Basta ya señoras! No nos olvidemos de los primeros meses de vida son un proceso duro y complicado de digerir para muchas, sencillamente lo mejor es lo que tu instinto te dice que es mejor, lo mejor es lo que te permite a ti ser feliz con tu familia y miles de mensajes y frases inspiradora y llenas de energía positiva como las que vas a encontrar en este libro.

Libro que junto con un buen ramo de flores, una caja de bombones y un vale por  “una ducha de 20 minutos y un café caliente y tranquila” deberías de regalar a una madre reciente, en  lugar de reprimendas.

 Enhorabuena Jaio por el libro, por el camino recorrido, por haber aguantado que yo no hicieras espaguetis de colores con mis hijos pero supiera quemar pizzas como nadie. Por haber compartido tu experiencia sin nunca imponérmela, por haberme levantado mil una veces del hoyo profundo que me suponen muchos momentos de mi maternidad, pero sobre todo por recordarme que para mis hijos soy y seré lo mejor que les ha pasado.

Espero y deseo que el libro sirva de terapia para muchas, de inspiración para tantas otras y por supuesto de reflexión a otras cuantas. Estoy segura que algún día dejaré de leer historias como las de Ariadna.  A la que le envio un beso y un abrazo por ser una madre real, sincera y valiente.