Este comienzo de año trae muchas reflexiones en mi vida. A finales del 2018 cumplí los temidos 40 y llevo estos meses analizando el origen de la dichosa crisis de los cuarenta, que tanto he oído. No negaré no haberla sufrido en cierta manera, pero me supongo que cada mujer es un mundo, sí he dicho mujer, según mi análisis a los hombres les llega a los 50 y claro nos llevan 10 años de relajo mental. Es más esto mismo lo descubrí a los 30, cuando a muchas mujeres les entra el estrés/instinto de la maternidad a ellos hasta los 40 no les da mucho parreque.
En fin comparaciones a parte, hoy vengo a hablar como la vida te hace transformarte, pensar y gestar cambios que tu propia experiencia te ha dado. A los 40 hay muchas cosas de tu cuerpo y tu mente que te gritan y está en tus manos saber qué punto de importancia o paranoia le vas a dar. De repente tu cuerpo no es el que era, tu vida según en qué casos ha madurado a nivel profesional y personal, por no hablar que es una fase en la que según en qué entornos te ves “muy mayor” y en otro crees que aún no has llegado a ese punto de madurez.
Si bailas y te vuelves loca con la canción del momento, tus hijos, según qué edad tengan te miran con ojos de locos. Pero si te reúnes con un grupo de mujeres que sobrepasan los 55 te das cuenta que te queda una vuelta de vida para poder alcanzar el zenit que tienen ellas o la visión de sus vidas.
Entre mis círculo he visto crisis por el aspecto físico, otras por querer seguir procreando y no saber si ya es apto o no, otras tantas con su trayectoria profesional. Pero todas tienen un mismo punto de unión ,el tiempo, el dichoso tiempo que te ha atrapado y ya no tiene marcha atrás.
En mi caso ha sido un punto de inflexión en cambios que yo ya he ido generando y cociendo. Para celebrar mis 40 viajé a Ibiza y en la calma de sus calas, repase mi vida, sus consecuencias, el guión que he seguido establecido o no, lo que tengo, lo que no tengo, pero sobre todo lo que no he conseguido tener por no intentarlo o probarlo. Y es en este punto donde yo me propuse hacer un viaje atrás, sin arrepentirme pero parando en los puntos donde algo se perdió o cambió de rumbo. Y de repente desde unos 40 maduros me di cuenta que muchos de ellos no los quería dejar de tener ni perder, el problema era darles cabida en la vida actual, esa en la que ya no estás sola ni quizás las circunstancias son las esperadas.
Yo tengo claro que solo hay una vida y que toca vivirla, que los hijos son un compromiso y un proyecto de vida opcional, escogido y amado. Pero creo que a veces no sabes buscar el equilibrio perfecto entre ellos y tu yo. Entonces te das cuenta que el tiempo no va volver, sino que eres tú la que tienes que cambiar tu tiempo actual. La renuncia a ciertas partes de nosotras se lleva diferente según la edad, y muchas a los 40, hacemos un análisis y depende como la crítica a ti misma puede ser dura.
Dicen que en la vida todo es cuestión de actitud y así lo veo yo, así que yo me he propuesto demostrarme que me quiero y que quiero volver a ser parte de algo que hace 10 años aparqué de golpe. Además he pensado que es algo que puedo hacer que compartan o respeten la gente que forma parte de mi vida. Principalmente porque las crisis suelen ser debido a añoranzas de cosas vividas, cosas que normalmente alimentan el alma y necesitan cambios. Por lo tanto es sencillo, busca lo que te hace feliz e intenta que de alguna manera vuelva a estar presente en tu nueva etapa. ¡Ojo! Quizás te llevas una sorpresa, porque tú ya no eres la que eras y a veces aquello que creías que te gustaba no era más que por el sentimiento que te producía. Busca vivir sensaciones, tiempo pasado nunca volverán, está en tu mano reinventarte y volver a recuperar la sensación de vivir el momento.
Yo hoy he cumplido uno de los que me he propuesto, volver a escribir de lo que quiero y siento, cuando quiero ;-). Los 40 han venido para quedarse y está en mis manos hacer de ellos una década inolvidable. Porque si algo he aprendido en esta crisis emocional, es que tú eres la única agente posible que puede generar los cambios de tu vida. Pero nadie dijo que fuera ser fácil.
Me ha encantado….tienes toda la razón y hija! Que bien te expresas leñe😘😘
Jajaja me lees con buenos ojos, pero me alegro que te haya gustado.
Totalmente de acuerdo, no podría haberlo expresado mejor. Me ha encantado.
Me alegro mucho que te haya gustado. Gracias por comentar
Creo que yo no he tenido crisis como tal, ni con los 30… tal vez me llegue a los 50, pero quién sabe! xD
Lo que sí tengo ahora es el alivio de no tener que demostrarle nada a nadie, que ya lo habría querido antes x)
Sí de eso aún tengo yo un rato y me supongo que cuando comience a creer en mis posibilidades quizás deje de pensar en lo que hay que demostrar.
Gracias por comentar
Me ha gustado un montón, te sigo en la sombra de Instagram cómo tantas y no me pierdo tus stories. Yo aún estoy en los 35 y de lo último que he aprendido desde la maternidad es a permitirme estar cabreada a veces, que parece que no se puede. Un abrazo.
Me gusta el concepto » te sigo en la sombra» jaja, pues nada a mí me encanta que salgaís a la luz y me dejéis comentarios tan bonitos. Y claro que sí en la maternidad se permite todo aquello que tu quieras permitirte.Un beso
Este año me caen a mi los 40 😱😱😱😱 y la verdad he mirado atrás y coñooooo…… la verdad q estos últimos 10 años han pasado volando, entre hijos, curros varios de diferentes causas…… pero con alegria, como me gusta como te expresas
Eso me paso a mí, que me pasaron volando. Me alegro que te haya gustado el post 😉
Me ha encantado el post, Nerea. Tras años sin dormir, yo quiero llegar a los 40 jajaja porque calculo la edad de mis hijos y es probable que vivamos algo más tranquilos. Aunque la vida… luego te lleva por dónde quiere en ocasiones. También creo que es un punto de inflexión y que me dará serenidad, pero igual me estoy flipando y luego me da la bajona jajaja.
Felicidades por todo.
Bueno te pueden dar las dos cosas primero la bajona y luego la serenidad de haberlo superado. Gracias
Está bien saber dónde estás y qué quieres de la vida (¡aunque no sea fácil conseguirlo!).
Yo estoy rozando los 42, y también ha sido una época de plantearme cosas. La biología empieza a poner final a nuestra edad reproductiva (también tengo amigas en el proceso de lograr ser madres), y eso creo que tiene un impacto mucho más profundo de lo que pensamos, incluso cuando ya no está en nuestra lista tener más hijos. Hemos recorrido lo bastante para poder echar la vista atrás y valorar si lo que vemos nos gusta, y tenemos suficiente camino por delante -si los astros son favorables- para intentar cambiar lo que no nos satisface y disfrutar de una vida diferente y más plena.
Besotes y a comernos los 40!
Me ha encantado el post!! Yo la verdad es que tengo 41, en febrero cumpliré 42 y la verdad es que cuando cumplí 40 no pasé ninguna crisis, aunque es cierto que a veces me paro a pensar y cuando echo la vista atrás me doy cuenta que desde los 30 a los 40 han pasado muchas cosas en vida y muchos cambios no sólo por la maternidad sino también a nivel laboral t personal, y que quieres que te diga aunque no todo han sido aciertos, me quedo siempre con lo bueno y de lo malo hay que levantarse y aprender. Pienso que sólo hay una vida y toca disfrutarla y no lamentarse de aquello que en su momento no acertaste o metiste la pata, porque esos errores al final te dan un aprendizaje que de no haberlos cometido no tendrías. En fin que a disfrutar mucho de la vida!!! Un besazo guapetona !!!
¡¡Me ha encantado tu reflexión!! Yo soy mayor que tú, ya tengo los 46… Uf, qué miedo… No tuve «crisis de los 40», me llegó a los 45, soy así de original… Llevo ya un tiempo planteándome mi vida a nivel laboral (en el resto no vamos mal, tampoco estupendamente, pero algo es algo) y fue cumplir los 46 y decidir tomarme en serio lo de replantearme objetivos y futuro. Es muy complicado, la verdad, porque piensas en lo que podría ser y no ha sido, bien por tu elección personal o bien porque las circunstancias no lo hicieron posible. Me gustaría cambiar algunas cosas, pero hay que aprender de los errores, “apechugar” con lo que cada uno tiene y tirar para adelante con alegría. Eso sí, el día que te levantas con el pie torcido… mejor sería volverse a acostar. Besos de otra “seguidora en la sombra”.
PUes yo creo que acabas de describir a la perfección el sentimiento de muchas de nosotras, apechugar seguir adelante pero tampoco conformarse con no intentarlo.
UN abrazo