Acabo de ver en la tele una noticia más de bullying con final terrorífico. En nuestra época no existía esa palabra ni había noticias, simplemente “ya sabes cómo son los niños”. Después de 25 años les puedo decir que hay cosas que con el tiempo se curan, sobre todo porque a veces la gente recapacita, porque la distancia hace su trabajo pero sobre todo porque un entorno nuevo y sin etiquetas hace que la vida te enseñe otras maneras de compartir. Y te enseña lo que tú vales.
Soy madre de un hijo de 6 años y siempre he creído que los niños son muy sinceros pero a veces pueden llegar a ser crueles, pero aun peor es cuando esos niños van creciendo y van acercándose a la adolescencia. Es importante intentar educarles en el respeto y la tolerancia pero sobre todo en la diversidad, en evitar el daño por el daño y les prometo que a veces es complicado. Ha habido días en los que he vuelto del parque con ganas de colgarle de un pino y cantarle las cuarenta a mí hijo.
Pero como bien dije el otro día hay que valorar su edad para contarles ciertas cosas, pero ganas me dan de contarle eso de:
“Había una vez una niña bien rechoncha de carácter risueño, habladora y un poco diferente al montón. Sus padres la trajeron con tres años a un pueblo pequeño y por pequeño me refiero a pequeño. Como buena camaleona se intento adaptar a todo, hasta el punto de aceptar hacer la comunión para no quedarse fuera del redil habitual (aún se pregunta como su padre no entiendo la insistencia de ella), porque con los padres estas cosas no se hablan, no saben exteriorizarlas. Esa niña tenía una madre de origen andaluz, no muy usual en aquellas tierras por aquel entonces y fíjese por donde a esa niña le molaban los tacones, el flamenco y la juerga. Los Martens, las bombers y las camisetas de Fito a rayas no le molaban. Por no decir que su madre tenía un gusto estilístico diferente a las madres locales, y entre su cuerpo y la ropa que su madre elegía no había día en que no hubiera mofa. Eso sí ninguna tuvo una abuela tan costurera y moderna como la suya que les hiciera todas esas prendas que luego tan de moda se pusieron.
Nunca les contó a sus padres por todo lo que paso, nunca hasta el día en que se encontró acorralada a la salida del colegio por 5 chicos de su clase, uno le tiraba de los pelos, mientras otro le pegaba puñetazos en la tripa, otro le daba patadas y el otro le gritaba maqueta y chivata. Ella miraba alrededor y solo veía las caras de la gente de su clase que no se inmutaban….se recompuso como pudo y se subió en aquel autobús que le llevaba al comedor escolar, se subió bajo la mirada, las burlas y el orgullo de los espectadores, casi tuvo que suplicar que le dejaran llamar a sus padres. Aquella tarde su padre dio la cara por ella totalmente abrumado (ante la relajada actitud de la tutora) y mientras en su clase alguien con una navaja rajaba su nueva mochila recién regalada para su cumpleaños. Nunca se llegó a reunir a los padres de esos niños de 12 años y explicar la gravedad de lo que habían hecho, se les envío un comunicado.
La niña tuvo que seguir conviviendo con aquello aún un curso más. A día de hoy se cruza a más de uno por la calle y mucha de la gente que estuvo de espectadora es parte de su vida actual. Lo que esa chica nunca entendió es porque los estigmas y las etiquetas te acompañan tantos años. El día del graduado escolar pensó que aquello se había terminado, pero entonces llego el instituto y allí se unieron las fuerzas del colegio más las del pueblo…No había día en que no tuviera que borrar de la pizarra comentarios o chistes sobre ella.
Lo que ella nunca entiendo es porque su padre no entendía porque ella no tenía Kuadrilla, la de la ikastola, la de toda la vida….qué difícil es contar las cosas cuando eres el hijo. Es difícil decir que cada excursión la temía por no tener con quien sentarse en el autobús, ir nerviosa con alguna prenda nueva temiendo las burlas, no saber que insulto o rima escucharía ese día, no saber quién le daría esa colleja en las escaleras, o simplemente ver como no existe cada día a la hora del recreo.
Con los años viajo, conoció, amó, disfrutó, compartió y vivió mucho, fue volviendo poco a poco al pueblo, lo siguió viendo pequeño pero ella grande y colorín colorado este cuento se ha acabado.”
Este septiembre hará 20 años que cogí un autobús con dos maletas rumbo a Granada, me escapaba de un sitio y huía de mucha gente, de un ambiente y de una etiqueta que dolía mucho. Sólo tres meses en un lugar diferente como la universidad me sirvieron para saber que el problema no lo tenía yo. Mi abuela me decía, que agustico se te ve, estas hasta guapa, te gusta a ti esto ehhh?? Aquí nadie te tiene ojeriza. Yo sonreía me terminaba mi plato de calamares y salía lista a comerme el mundo sin pensar ni que llevaba puesto, ni a quien me iba a cruzar, simplemente disfrutaba sin más preocupación que aprobar lo máximo y no liarla mucho.
No voy a pasar factura ahora a nadie, tengo mis pequeños traumas y odios que no supero pero bueno es mi castigo. Hoy soy madre de un niño con aires de líder, al cual no sé cómo decirle que un simple gesto o mofa daña mucho, que tiene una suerte increíble pero que la sepa usar sino esa arma se puede volver en su contra. Y que burlarse en el fondo es una muestra de cobardía y envidia.
Si eres padre y estás leyendo esto decirte que uno de los problemas del bullying o el acoso escolar para mi reside en la conexión padres-colegio, y que a veces cortar de raíz a tiempo puede ser una buena solución, porque hay vicios que no se quitan por una charla con la profesora y medidas sencillas. Ser la mofa diaria de toda una clase no es moco de pavo. Pero sobre todo lucha por que tu hijo tenga un carácter propio, que sepa lo que vale y que tu se lo recuerdes cada día. Pero sobre todo su vida, su tranquilidad y su salud mental valen el esfuerzo de mover tierra y aire. Y para eso es importante que le escuches, que le observes y que le des importancia a cosas que a veces son simplemente “cosas de niños”.
Puf llorando me tienes…siento muchísimo por lo que pasaste .NADIE merece eso,es muy injusto y cruel.Una vez más consigues que te admiré totalmente porque demuestras ser una mujer muy fuerte y con grandes principios!Gracias por compartir esta dolorosa experiencia con nosotros y aunque sólo te conozco por aquí…estamos para lo que sea.Un besazo!
PUes no llores, porque yo ya no lloro, exactamente hace unos 12 años que lo cuento sin ningun tipo de lágrima, ni dolor, ni rabia, lo tengo superado pero no olvidado. Lo he recuperado de mi memoria porque creo que es importante que estemos muy atentos con nuestros hijos ya esten en un lado de la historia o en el otro.
Besos
Puf llorando me tienes…siento muchísimo por lo que pasaste .NADIE merece eso,es muy injusto y cruel.Una vez más consigues que te admiré totalmente porque demuestras ser una mujer muy fuerte y con grandes principios!Gracias por compartir esta dolorosa experiencia con nosotros y aunque sólo te conozco por aquí…estamos para lo que sea.Un besazo!
Yo fui la empollona, una sola amiga durante años, no habia insultos ni agresiones, simplemente era la ultima en ser elegida. TEngo la suerte de tener una hija muy especial por la que lucho con uñas y dientes, y un niño que se adapta y sale airoso de casi todo. Puede que a ti la diferencia entre poner alubias o macarrones para comer te parezca una chorrada pero a mi me condiciona las compras, el tiempo de cocinado…. Lo mismo para un niño: que no seas elegido capitan puede parecerte una tonteria pero duele. Debemos estar atentos a nuestros hijos, no solo porque sufran acoso sino porque participen de él o sean espectadores pasivos.
Muxus
Exacto para mi lo malo de esta experiencia no es solo que tu hijo la viva sino que sea uno de los que la incite, en fin igual de duro para unos padres estan en una parte de la historia como en la otra.
Mil gracias por comentar
Los malos años que pasaste te sirvieron para que sepas que nunca serás como esa gentuza y harás todo lo posible para que tu hijo no lo sea.
Hay padres que no saben reconocer, ni quieren, que sus hijos son así de malvados con sus compañeros. En un alto porcentaje es culpa de los propios padres, por no saber educar en el respeto, muchas veces dando un mal ejemplo del mismo. He conocido historias en el instituto de mi hija y un intento de agresión a mi propia hija, En mi opinión muchas veces deberían educar a los padres en las bases de una buena educación, y ojo no me creo perfecta porque como todos cometo muchos errores pero tengo claro lo que no puedo permitir que hagan mis hijos, ni voy a excusarles nunca.
Besos
Emma
Los malos años que pasaste te sirvieron para que sepas que nunca serás como esa gentuza y harás todo lo posible para que tu hijo no lo sea.
Hay padres que no saben reconocer, ni quieren, que sus hijos son así de malvados con sus compañeros. En un alto porcentaje es culpa de los propios padres, por no saber educar en el respeto, muchas veces dando un mal ejemplo del mismo. He conocido historias en el instituto de mi hija y un intento de agresión a mi propia hija, En mi opinión muchas veces deberían educar a los padres en las bases de una buena educación, y ojo no me creo perfecta porque como todos cometo muchos errores pero tengo claro lo que no puedo permitir que hagan mis hijos, ni voy a excusarles nunca.
Besos
Emma
Para mi esta siendo duro, porque mi hijo para nada es como yo, y a veces me es difícil explicarle lo crudo que pude llegar a ser para un compañero una sencilla burla suya. Cierto es que los que lo hemos vivido en carne propia lo vemos quizas peor o lo sufrimos más que el que lo ha tenido como algo lejano.
Besos Emma y gracias por comentar
Yo también lo sufrí, además de una paliza de dos compañeras de colegio, yo se lo conté a mis padres y estos fueron a hablar al colegio con mis tutores. Gracias a dios no se volvió a repetir. A día de hoy mi hija tiene 11 meses (hoy los cumple) y tengo dos sobrinos de 5 años y otro de 10 meses y mi miedo es ese, el acoso que no debería existir, esa superioridad de ciertos niños y esa maldad, que hace que otros sean víctimas de sus risas, que no tengan la libertad de hacer lo que quieran con sus vidas por miedo al que dirán.
Muchos huevo es lo que has tenido tu también para salir de esa y educar en el respeto. Un beso enorme.
Por cierto sigue con tus vídeos de Ig que me descojono contigo.
Hola Lucia, bueno yo aun estoy en fase de educar y me cuesta mucho controlar ciertas cosas por ser más alarmista que el padre, yo creo que el haberlo sufrido te hace ser más extremo y muy sensible pero lo conseguiré o por lo menos lo intentaré.
Los video de IG seguirán y a ver si me animo y haogo youtube. Mientras en mi FB tienes videos pero más de trucos de cocina, estoy más seria jajaja
Algunos nunca se lo contaron a sus padres, y fingieron ser felices en su época escolar… Solo cuando fueron adultos, entendieron que no tiene porque haber siempre en cada clase una diana para las bromas y golpes, y que no era normal ni bueno que siempre le tocase a él.
El miedo viene no con los golpes e insultos, viene cuando tú hijo crece y sabes que es diferente y blanco fácil para esos niños que a espaldas de sus padres ( porque a ojos de ellos son niños modélicos) se convierten en perros de presa.
Lo has clavado, o niños que no son modelicos pero que sus padres consideran que no es algo tan grave, pero bueno no culpo a nadie ahora que me toca criar es muy duro moldear ciertos caracteres y lo sé.
Gracias por comentar
A lo mejor es que en mi happy mundo todo es fácil, pero para mi, la solución a estos problemas es trabajar en ello. Desde el colegio y desde casa, equipo docente y padres concienciados. Efectivamente tan grave puede ser tener un hijo al que pegan como un hijo pegón y por supuesto, si hay conciencia (cosa que no abunda) tanto sufre una familia como otra. Personalmente, creo que no hay que buscar culpables sino soluciones, pero aquí somos más de tapar el problema, «mi hijo no hace esas cosas» y el «son cosas de niños» y así no se soluciona nada. Creo que a día de hoy, con todo lo que hemos aprendido, hay protocolos de actuación 100% efectivos (y me consta porque me he molestado en buscar información) y que un trabajo bien hecho desde la escuela hasta casa tiene sus frutos. Esta claro que los adultos somos los que marcamos los límites y en nuestra obligación esta el enseñar a nuestros hijos lo que esta bien y que esta mal, no podemos convertirnos en cómplices de nuestros hijos… claro que si los padres nos comportamos de forma cínica ante nuestros hijos, no nos extrañemos cuando nuestros hijos actúen de la misma manera.
Para mi la solución es trabajar en equipo, ser honestos con el problema y no buscar culpables sino soluciones.
Un fuerte abrazo txapelduna!!
Muxus
Acabas de dejarlo muy clarito, mejor no se puede explicar.
Muchas gracias por tu comentario y besos
muy identificada con tu historia y muy doloroso sentir que no encajas por mucho que lo intentes… para mi vivir en un pueblo fue una putada por no hablar del puto instituto y la época de los pelaos con el Pont Aeri y la madre que los parió a todos…
a mi el mundo se me abrió en Barcelona 😉
un abrazo guapa!
Mira yo ya he dicho el tiempo todo lo cura y mi pueblo es lo mejor del mundo ahora el pueblo donde me tocaba ir a estudiar ….no fue mi mejor habitat, claro está Yo ya lo tengo por capitulo cerrado pero me duele seguir oyendo historias terrorificas y niños que sufren
Mis años de instituto fueron para mi una verdadera pesadilla. No llegaron a pegarme (menos mal!), pero sufrí todo tipo de insultos y vejaciones. Jamás tuve una amiga propiamente dicha, alguien con quien quedar después de clase o ir al cine. Creo que es una de las razones por las nunca regresé a mi pueblo al terminar los estudios. Mi familia (padres, hermana, primos…) aún vive allí y voy de visita (de higos a brevas), pero no se me ocurría volver. Yo a mis hijas les digo todos los días que son listas, que son guapas, que son fuertes. Quiero que cuando lleguen a la adolescencia o simplemente sean un poco mayores tenga la suficiente confianza en sí mismas como para defenderse de cualquier ataque para que si son gordas, o delgadas o lleven gafas o aparto o vistan de forma que no se ajuste a la moda nadie pueda hacerles daño. Si prefieren leer o jugar al rugby será asunto suyo y de nadie más. Muchos padres se niegan a ver los problemas de sus hijos, los defienden a capa y espada aunque sean crueles o agresivos, Prefieren pasar de ello o echar la culpa a «las malas compañías» o incluso a los propios profesores. Hay mucho que hacer y todos tenemos mucho que aprender, Cuídate hermosa, que hoy me siento más cerca de ti que nunca!
Mis años de instituto fueron para mi una verdadera pesadilla. No llegaron a pegarme (menos mal!), pero sufrí todo tipo de insultos y vejaciones. Jamás tuve una amiga propiamente dicha, alguien con quien quedar después de clase o ir al cine. Creo que es una de las razones por las nunca regresé a mi pueblo al terminar los estudios. Mi familia (padres, hermana, primos…) aún vive allí y voy de visita (de higos a brevas), pero no se me ocurría volver. Yo a mis hijas les digo todos los días que son listas, que son guapas, que son fuertes. Quiero que cuando lleguen a la adolescencia o simplemente sean un poco mayores tenga la suficiente confianza en sí mismas como para defenderse de cualquier ataque para que si son gordas, o delgadas o lleven gafas o aparto o vistan de forma que no se ajuste a la moda nadie pueda hacerles daño. Si prefieren leer o jugar al rugby será asunto suyo y de nadie más. Muchos padres se niegan a ver los problemas de sus hijos, los defienden a capa y espada aunque sean crueles o agresivos, Prefieren pasar de ello o echar la culpa a «las malas compañías» o incluso a los propios profesores. Hay mucho que hacer y todos tenemos mucho que aprender, Cuídate hermosa, que hoy me siento más cerca de ti que nunca!
Te puedo decir algo, no dejes de ir a tu pueblo, la gente cambia y evoluciona y por duerte la madurez también hace razonar, yo nunca he perdido mis raices, me alejé de ellas unos años y ahora las he retomado con muchas ganas.
Hay falta de comunicacion en estas historias claro esta. UN beso y gracias por comentar
Ay Peineta… lo que no nos mata, nos hace más fuertes ¿verdad? Ojalá ningún niño o niña tuvieran que pasar por una situación como la tuya jamás. Eres una tía fuerte y positiva, eso me encanta de ti. Seguro que sabrás como explicarle al Monillo todas esas cosas, seguro. Mi situación fue diferente a la tuya, pero me hizo «de sufrir» mucho en una época muy mala… pasé de ser la estrella a estar estrellada. Mis amigos me dieron de lado, la gente empezó a reirse de mí, me quedé sola en el patio, dejé de ur a las excursiones y me perdí el viaje de fin de curso. ¿Que pasó? Pues ni idea. Cambié de colegio y todo empezó a mejorar. Yo solo espero no tener que lidiar con éste toro cuando mis hijos sean mas mayores… un besazo!
Pues a mí es lo que más miedo me da tener que lidiar esto con mis hijos. Complicado el tema.
Un besazo
Ay Peineta… lo que no nos mata, nos hace más fuertes ¿verdad? Ojalá ningún niño o niña tuvieran que pasar por una situación como la tuya jamás. Eres una tía fuerte y positiva, eso me encanta de ti. Seguro que sabrás como explicarle al Monillo todas esas cosas, seguro. Mi situación fue diferente a la tuya, pero me hizo «de sufrir» mucho en una época muy mala… pasé de ser la estrella a estar estrellada. Mis amigos me dieron de lado, la gente empezó a reirse de mí, me quedé sola en el patio, dejé de ur a las excursiones y me perdí el viaje de fin de curso. ¿Que pasó? Pues ni idea. Cambié de colegio y todo empezó a mejorar. Yo solo espero no tener que lidiar con éste toro cuando mis hijos sean mas mayores… un besazo!
Pues a mí es lo que más miedo me da tener que lidiar esto con mis hijos. Complicado el tema.
Un besazo
Ay bonita! Cómo me alegra que lo hayas superado. Y me alegra también que no lo hayas olvidado, porque gracias a eso sabrás educar a tus hijos en el respeto. Yo tengo tanto miedo a que mis hijos sufran maltrato como a que sean ellos quienes lo hagan sufrir. Es duro esto de educar, pero maja, es lo que nos toca e intentaremos hacerlo lo mejor posible.
Un besazo enorme.
Tu lo has dicho lo duro va ser enfocar y guiar a nuestros hijos, sufría mucho tanto si estuviera en un lado como en el otro.
Besazo
Qué duro, madre mía. Y qué personalidad y carácter para salir adelante. Y qué seguridad para contarlo hoy. Enhorabuena por todo ello.
Es fundamental el trabajo de los padres con nuestros hijos en una doble vía: que ni acosen ni de dejen acosar. Ayudarles a formar una personalidad fuerte y segura que no necesite de amedrentar a nadie para sentirse «superior» y que no permita que otros no respeten sus derechos.
De pie y aplausos tu última frase es perfecta.
Gracias
Qué duro, madre mía. Y qué personalidad y carácter para salir adelante. Y qué seguridad para contarlo hoy. Enhorabuena por todo ello.
Es fundamental el trabajo de los padres con nuestros hijos en una doble vía: que ni acosen ni de dejen acosar. Ayudarles a formar una personalidad fuerte y segura que no necesite de amedrentar a nadie para sentirse «superior» y que no permita que otros no respeten sus derechos.
De pie y aplausos tu última frase es perfecta.
Gracias
Un testimonio muy duro, madre mía…eres muy valiente al contarlo y muy fuerte por haberlo superado. Yo creo que la educación y el trabajo de los padres es fundamental y también la de los profesores, porque ante estas situaciones no se puede mirar a otro lado, hay que poner soluciones, y sobretodo estar muy alertas para ante cualquier indicio atajar el problema antes de que vaya a más, por parte de los profesores y directores de los colegios y los padres de los que agreden no se puede mirar hacia otro lado o decir que son cosas de niños, porque si dejas pasarlo una vez sin consecuencias y sin soluciones igual cuando quieras arreglarlo es demasiado tarde. En nuestras manos está educar y ayudar a que nuestros hijos a que sean fuertes, no se dejen aplastar por otros, a que sean ellos mismos, a que sean valientes y sepan contar lo que les sucede sin miedo a represalias, y también está en nuestras manos en evitar que no sean ellos los que aplasten o agredan a sus compañeros, el respeto y la tolerancia hacia los demás es fundamental y eso se inculca en casa y también en el colegio.
Yo creo que hoy en día es más facil porque estamos concienciados las noticias son muy actuales y los colegios intervienen o eso quiero pensar…
Gracias por comentar
¡¡Ufff, qué temazo, hermosa!! ¿Sabes una cosa…? Yo vengo pensando en este tema desde hace muchos años. Yo era un buen chaval en el colegio; buen estudiante y todo eso, pero sí que he de reconocer que estaba en el grupito de los que nos metíamos (a veces), con el compañero gordo de la clase. La típica historia: si no es el gordo, es la gafotas o la rara… Siempre parece haber un chivo expiatorio al que putear.
¿Por qué? Pues mira… Yo no recuerdo en absoluto que fuera envidia ni nada de eso. Simplemente, echando la vista atrás (¡son muchos años…!), trato de analizarlo, y creo que simplemente era dejarse llevar por la mayoría; presión de grupo, supongo… El estar de parte «del cabecilla», el tipo que lo empieza todo. Ya sabes, si no participas o reniegas (defiendes al agredido…), saldrás del grupo y te pasarás al otro lado, al lado chungo. Y nadie quiere eso, claro.
No eran acciones realmente graves, no le pegábamos, pero sí que mirándolo desde mi punto de vista adulto, al chaval le hicimos el vacío… No tendría más de un par de amigos de los de verdad. Y el caso es que fuera de la clase, yo me llevaba bien con él. ¡Si éramos casi vecinos! Era todo cara a la galería.
También había una niña, a la que mis compañeras hacían lo mismo, creo.. .(no es cosa solo de chicos…)
Los chavales (y los niños…) pueden ser realmente crueles. Y el caso es que no lo ves mal, cuando eres de los que «reparten», y no de los que «reciben»; no eres verdaderamente consciente de lo mucho que puede sufrir el agredido, de lo jodido que es vivir así, un curso tras otro. Y este chaval, pues tragaba… Le he seguido viendo años después y era un tío normal, la mar de majo. Seguramente adquirió más seguridad, como les pasa a muchos, pero no creo que tenga buen recuerdo de esa parte de su infancia.
Y respecto al tema de casa… Yo creo que en mi casa mis padres no sabían nada, por supuesto; mi tutora lo sabía, y de tanto en cuanto, cuando nos pillaba, nos echaba buenas broncas, pero no recuerdo que hubiera avisos a padres.
Y yo ahora lo veo, y veo que está mal… sé que estuvo mal. Que éramos unos cabrones. Y sé que esto es así, y es una realidad que sigue vigente igual. Y yo quiero evitarlo con mi hija. Quiero educarla mejor. No quiero que agreda… ni que sea agredida. Siempre habrá un listillo o una listilla en clase, un líder que arrastre a los demás, pero desde luego está en nuestras manos educar para crear gente fuerte, que no se esconda, que pida ayuda, y que respete. Y que a los líderes… lo justo.
No sé cómo se hace eso… Solamente lo intento. Y lo seguiré intentando siempre.
Gran testimonio el tuyo también y gran declaración de la otra parte, ese de cara a la galeria a él le podía hacer mucho más daño del que tu crees y el problema es que muchos reforzamos nuestros caracteres pero otro no….en fin lo has descrito muy bien gracias por completar en cierta manera mi relato.
Un saludo
¡¡Ufff, qué temazo, hermosa!! ¿Sabes una cosa…? Yo vengo pensando en este tema desde hace muchos años. Yo era un buen chaval en el colegio; buen estudiante y todo eso, pero sí que he de reconocer que estaba en el grupito de los que nos metíamos (a veces), con el compañero gordo de la clase. La típica historia: si no es el gordo, es la gafotas o la rara… Siempre parece haber un chivo expiatorio al que putear.
¿Por qué? Pues mira… Yo no recuerdo en absoluto que fuera envidia ni nada de eso. Simplemente, echando la vista atrás (¡son muchos años…!), trato de analizarlo, y creo que simplemente era dejarse llevar por la mayoría; presión de grupo, supongo… El estar de parte «del cabecilla», el tipo que lo empieza todo. Ya sabes, si no participas o reniegas (defiendes al agredido…), saldrás del grupo y te pasarás al otro lado, al lado chungo. Y nadie quiere eso, claro.
No eran acciones realmente graves, no le pegábamos, pero sí que mirándolo desde mi punto de vista adulto, al chaval le hicimos el vacío… No tendría más de un par de amigos de los de verdad. Y el caso es que fuera de la clase, yo me llevaba bien con él. ¡Si éramos casi vecinos! Era todo cara a la galería.
También había una niña, a la que mis compañeras hacían lo mismo, creo.. .(no es cosa solo de chicos…)
Los chavales (y los niños…) pueden ser realmente crueles. Y el caso es que no lo ves mal, cuando eres de los que «reparten», y no de los que «reciben»; no eres verdaderamente consciente de lo mucho que puede sufrir el agredido, de lo jodido que es vivir así, un curso tras otro. Y este chaval, pues tragaba… Le he seguido viendo años después y era un tío normal, la mar de majo. Seguramente adquirió más seguridad, como les pasa a muchos, pero no creo que tenga buen recuerdo de esa parte de su infancia.
Y respecto al tema de casa… Yo creo que en mi casa mis padres no sabían nada, por supuesto; mi tutora lo sabía, y de tanto en cuanto, cuando nos pillaba, nos echaba buenas broncas, pero no recuerdo que hubiera avisos a padres.
Y yo ahora lo veo, y veo que está mal… sé que estuvo mal. Que éramos unos cabrones. Y sé que esto es así, y es una realidad que sigue vigente igual. Y yo quiero evitarlo con mi hija. Quiero educarla mejor. No quiero que agreda… ni que sea agredida. Siempre habrá un listillo o una listilla en clase, un líder que arrastre a los demás, pero desde luego está en nuestras manos educar para crear gente fuerte, que no se esconda, que pida ayuda, y que respete. Y que a los líderes… lo justo.
No sé cómo se hace eso… Solamente lo intento. Y lo seguiré intentando siempre.
Gran testimonio el tuyo también y gran declaración de la otra parte, ese de cara a la galeria a él le podía hacer mucho más daño del que tu crees y el problema es que muchos reforzamos nuestros caracteres pero otro no….en fin lo has descrito muy bien gracias por completar en cierta manera mi relato.
Un saludo
Sólo con que nosotros mostrasemos respeto hacia los demás, ya estariamos enseñando algo a nuestros hijos. Pero, si hay padres, que tratan con desprecio a otras personas, o hablan despectivamente de los demás, como esperamos que los niños sientan respeto por sus compañeros.
Historias como la tuya nunca, jamás debería de haber sucedido, y ya no se puede cambiar, pero como tu dices tenemos que luchar para que nuestros hijos no formen parte ni como víctimas ni como verdugos.
Un abrazo fuerte.
Gracias por comentar y otro abrazo para ti
Cómo te entiendo, y cuánta razón tienes.
Besazos preciosa y suerte con el Monillo, me temo qu epor casa tengo uno igual.
Ufff educar es algo muy duro leñe.
Besos y ganas de verte
La verdad que me he emocionado al leerte, incluso no he podido reprimir alguna lagrima, yo también era la gordita de la clase, pero ademas introvertida, tenia gustos muy diferentes a los de mi entorno y los sigo teniendo, pero en el colegio y en el instituto no había manera de conectar con nadie y cuando intentaba pasar por algo que no era para agradar, se volvía en mi contra.
Yo recuerdo los empujones, los chicles pegados en el abrigo y como podía leer en la mirada de los profesores que yo era culpable, por que no me adaptaba, por que no era como el resto de niñas.
Después del instituto todo cambio también para mi, aunque durante un periodo me cruzaba con mis «compañeros de clase» y hacia como si no les reconociera o nunca hubiera pasado nada, encima les libraba de pasar un mal rato. Ahora voy con la cabeza muy alta, tengo que decir que me va mejor que a la mayoría, pero no soy tan cruel como para demostrárselo.
Aun así como bien dices, siempre queda algo, en mi caso tengo un hijo de 2 años y me aterra que se tenga que enfrentar algo así, pero bueno, con el tiempo no eche valor para nada y espero poder manejar una situación así, este mi hijo en el lado que sea de la barrera.
Me ha gustado lo de ahora me va mejor que a la mayoria, jajaja, es bueno e importante la autoestima en estos casos. Mira yo no recuerdo una actitud mala por parte del profesorado, si pasiva en algunos casos porque yo creo que no eran conscientes del calvario que podía estar sufriendo algun alumno que otro.
Gracias por comentar
Te entiendo y comparto tu historia, a mi lo que más me dolió siempre fue los que se dejaban llevar, eso querido amigo es lo que más duele la mayoría de las veces, por que si no hay quien ria la gracia, no merece la pena hacer la gracia, ahora tengo un hijo de 4 años que tiene que defenderse de un compañero, espero que cuando madure un poco sepa sacar pecho y defenderse, algo que yo no supe hacer.
Gracias por tu testimonio
Exacto yo creo que lo que más te duele en ese momento son los que se dejan llevar que en el fondo no lo comparte o incluso cuando el cabecilla no les ve es capaz hasta de ser amigo tuyo…triste muy triste.
Gracias a ti por comentar
Me siento muy identificada con tu historia, quizás porque yo también vivi en el colegio mofas similares, excesivamente crueles y dañinas, que dejaron muchas inseguridades en mi… Ahora soy madre de una pequeña de 2 años e intento enseñarle cada día a respetar, a querer y a cuidar…Es duro, complicado, pero lo conseguiré. Lo se. Un abrazo.
PUes no es que sea duro es dificil de inculcar a veces las cosas a nuestros hijos porque nunca sabes que le va a influir a parte de tu educación no todo es controlable ese es el problema.
Gracias por comentar
Las gordis lo tenemos difícil y ya en tu caso debió ser la bomba.Ahora entiendo porqué eres tan divertida y molas tanto! Sí a todo! Los que callan son cómplices y los padres y profesores responsables. Precioso post
Muchas gracias guapa.Beso
Menuda historia… tienes toda la razón, si los profesores no miraran para otro lado sería distinto y si los padres de los acosadores supieran encauzar a sus hijos también. Me alegra ver el final feliz de tu historia 🙂
http://www.elperiodicodetudia.com
Yo creo que es un compendio de todo pero está claro que es un tema complejo.Gracias por comentar
Menuda historia… tienes toda la razón, si los profesores no miraran para otro lado sería distinto y si los padres de los acosadores supieran encauzar a sus hijos también. Me alegra ver el final feliz de tu historia 🙂
http://www.elperiodicodetudia.com
Yo creo que es un compendio de todo pero está claro que es un tema complejo.Gracias por comentar
Que historia…que duro debio ser. Yo recuerdo haber sido victima de muchas burlas, y me tomaban el pelo para reirse de mi. Pero lo que mas me traumo fue la vwz que estuve en el.otro lado, que me animaron a participar en una burla y yo la que nunca estaba e incluso me ponia de parte del debil cedi. Ver la cara de la victima…aun me acuerdo. No se como ni porque deje de ser victima de burlas (o quizas me resbalaban no me acuerdo) y segui defendiendo al.debil y sin meterme en mas saraos para burlarme de otros. Iba mucho a mi aire supongo. En la uni tambien se rieron de mi mas de una vez y mas de dos…pero descubri que habia aprendido a teirme yo tambien y me resbalaba sin afevtarme. Pero siempre pense que no entendia el punto de burlarse de los defectos de loa demas…¿como eduxar para que tus hijos no sufran con las burlas ni se burlen? No lo se. Veo a mis hijas tan distintas en personalidad y en autoestima que…no se! Intentare que se sientan seguras de si mismas porque imagino que como todos algun dia se mofaran de ellas. Y en el.respeto para que nunca estaen del otro lado y se burlen ellas. Veremos como me.resulta….
Te resultará complicado como a todas pero lo resolverás porque es lo que nos toca.
Un saludo
Tengo que comentar en varias partes porque no me deja el
Movil. Pido disculpas..
Me ha gustado mucho este post, yo nunca llegue a ser agredida pero sí era la última en ser elegida. Sacaba muy buenas notas, de esas que cada vez que las dicen en voz alta te quieres morir, era oír «Laura: 9.5» y ya murmullo «otra vez, que empollona», etc. He llegado a dejar preguntas en blanco para sacar un 8 en lugar de un 10, pero nada de eso funcionaba. Los padres te dicen que es envidia pero tú sabes que no, nadie con 10-12 años envidia al que saca buenas notas, como bien dice un comentario más arriba. No era envidia, simplemente ellas tenían otros intereses, pelo a la moda, martens, noseque,… Y a mí siempre me dio igual la ropa, el pelo, los tintes,… Yo estudiaba pero cuando había examen, ellas me «acusaban» (si es que se puede acusar a alguien de eso) de llevar las materias al día! Cambié de amigas varias veces hasta encontrarme cómoda con dos…
Tengo que comentar en varias partes porque no me deja el
Movil. Pido disculpas..
Me ha gustado mucho este post, yo nunca llegue a ser agredida pero sí era la última en ser elegida. Sacaba muy buenas notas, de esas que cada vez que las dicen en voz alta te quieres morir, era oír «Laura: 9.5» y ya murmullo «otra vez, que empollona», etc. He llegado a dejar preguntas en blanco para sacar un 8 en lugar de un 10, pero nada de eso funcionaba. Los padres te dicen que es envidia pero tú sabes que no, nadie con 10-12 años envidia al que saca buenas notas, como bien dice un comentario más arriba. No era envidia, simplemente ellas tenían otros intereses, pelo a la moda, martens, noseque,… Y a mí siempre me dio igual la ropa, el pelo, los tintes,… Yo estudiaba pero cuando había examen, ellas me «acusaban» (si es que se puede acusar a alguien de eso) de llevar las materias al día! Cambié de amigas varias veces hasta encontrarme cómoda con dos…
Me he sentido muy identificada con eso de que un día vas a otro sitio y ves la luz. Yo la vi muy cerca de casa por suerte, empecé Industriales muerta de vergüenza por ser la segunda mejor nota de selectividad, pero nadie pareció darse cuenta. Allí pase 6 años geniales, conocí gente nueva, cada aprobado mío o de cualquier otro alegraba al grupo, nadie tenía ya intención de ser el guay suspendiendo. No volví a ver a las del colegio, no asistí a reuniones nunca, ahora las veo por la calle y nos evitamos. Tengo 38 años y aún no sé explicar bien por qué se me pone el estomago duro cuando las veo por la calle. No sé cómo podrían molestarme ahora! Aun así las evito, y no las saludo. Pondré todo de mi parte para que mi hijo no acose, e intentaré detectar al vuelo si es acosado
Me he sentido muy identificada con eso de que un día vas a otro sitio y ves la luz. Yo la vi muy cerca de casa por suerte, empecé Industriales muerta de vergüenza por ser la segunda mejor nota de selectividad, pero nadie pareció darse cuenta. Allí pase 6 años geniales, conocí gente nueva, cada aprobado mío o de cualquier otro alegraba al grupo, nadie tenía ya intención de ser el guay suspendiendo. No volví a ver a las del colegio, no asistí a reuniones nunca, ahora las veo por la calle y nos evitamos. Tengo 38 años y aún no sé explicar bien por qué se me pone el estomago duro cuando las veo por la calle. No sé cómo podrían molestarme ahora! Aun así las evito, y no las saludo. Pondré todo de mi parte para que mi hijo no acose, e intentaré detectar al vuelo si es acosado
Pero una cosa está clara, por favor, padres: no es una cosa de niños y NO es envidia. No intentéis hacer sentir mejor a alguien diciéndole eso, nadie le envidia, nadie en todo el colegio querría estar en su lugar. Qué te digan eso en cada complica más las cosas, sientes que ni siquiera ahí te comprenden. Nadie quiere sacar dieces con 12 años. Con 12 años quieres molar, pertenecer al grupo de las guays, no nos engañemos.
Gracias por estos necesarios posts. Ojalá esto no existiera pero reconozco que soy pesimista con respecto a este tema. Un saludo
Muchisimas gracia por tu comentario aunque sea a trozos, eternamente agradecida y como tu dices es un tema tan complejo que no tengo claro que se pueda tratar siempre bien.
Un saludo
Pero una cosa está clara, por favor, padres: no es una cosa de niños y NO es envidia. No intentéis hacer sentir mejor a alguien diciéndole eso, nadie le envidia, nadie en todo el colegio querría estar en su lugar. Qué te digan eso en cada complica más las cosas, sientes que ni siquiera ahí te comprenden. Nadie quiere sacar dieces con 12 años. Con 12 años quieres molar, pertenecer al grupo de las guays, no nos engañemos.
Gracias por estos necesarios posts. Ojalá esto no existiera pero reconozco que soy pesimista con respecto a este tema. Un saludo
Muchisimas gracia por tu comentario aunque sea a trozos, eternamente agradecida y como tu dices es un tema tan complejo que no tengo claro que se pueda tratar siempre bien.
Un saludo
te agradezco infinitamente este post, comentarlo en mi entorno ha hecho que alguien se abriera por primera vez tras haber pasado algo similar, después de décadas de que esto sucediera. me he quedado sin palabras, qué ciegos llegamos a ser.
Pues me alegro, aunque sea tarde a veces es bueno sacarlo porque suele ser un lastre mucho más duro del que creemos y en cierta manera te marca para siempre. Yo me doy cuenta ahora que soy madre que no para de observar porque no quiero ni que acose ni que sea acosado….en fin la vida.
Duro…..muy duro. Nosotros ahora estamos intentando fortalecer autoestima. Es también duro ver al niño «no lider» intentando por todos los medios integrarse, pertenecer al grupo, «agradar» al lider y su corte, y aún así solo seguir acumulando burlas y menosprecios…… En fin, cosas de niños…. No sé yo si el esfuerzo de unos pocos por la empatía y conexión grupal conseguirá vencer el sentimiento arcaico de esta sociedad de pisa o te pisaran.
Es un proceso duro y complejo lo sé. Mucho ánimo!