7, LA CIFRA MÁGICA

Hoy intento revivir la sensación que tuve aquella madrugada mientras tecleaba convencida que aquello no lo leería ni mi vecino del cuatro. Que aquello era una chaladura más en la cual Karine me ayudó feliz y Jelen me dio mi original nombre. Luego llegó Esther y junto con Lau me limpiaron la cara y me dieron mi icónica imagen. A partir de ahí con la estimable y siempre resistente ayuda tecnológica de Sara he resistido año tras año incluso a ataques cibernéticos.