Confieso que no tengo vena aventurera ni mochilera, pero está claro que al ser madre te das cuenta que toca vivir experiencias que a ellos les pude chiflar (aunque mis padres nunca aceptaran ir a un parque de atracciones). Así que cuando me salió la oportunidad de visitar el camping Miramar no lo dude dos veces. Eso sí aunque al principio me vine arriba pensando en las caravanas vintage, hice una reflexión sensata con la almohada y con el padres de las fieras y me dijo, anda querida tú sólo de vacaciones te llevarías una carava de equipaje, no te veo yo viviendo unos días en ella 😉