Hoy hace seis meses que te cogí no sé ni como para que no te calleras en una palangana, te puse encima mío y allí estuviste cinco horas. Los expertos lo llaman piel con piel, yo lo llamo de esta nos unimos hasta con el “meconio” de marras y no nos separan ni los GEOS. Qué te cagarás dos veces encima de mí tenía que haberlo cogido como señal, pero preferí asustarme más cuando me di de bruces con esos dos faros de laser que tiene por ojos, menuda mirada me echaste mientras me olías y gritabas como un gatito. Tu padre estaba intentado sacar fotos para encontrarte parecido con tu hermano y yo no hacía más que digerir las 17 horas que llevaba esperando para verte la cara.