Dicen que mañana es mi cumpleaños, dicen que lo llevo estupendamente y dicen que empiezo a rozarlos cuarenta. En fin dimes y diretes, la realidad es que es un miércoles, un día que no me gusta, que hay pocas perspectivas de celebración pero velas soplo como me llamo Nerea, por eso del mal fario y porque cumplir años es celebrar vida. A parte que me queda claro que el simple hecho que mi hija los cumpla cuatro días antes conlleva a que el poco protagonismo o entusiasmo que tuviera se quede ahogado entre guirnaldas y confeti infantil. Pero yo sé que a los 40 la fiesta será la mía no la suya jajaja.